sábado, 16 de noviembre de 2013

SÚBELE


¿PODRÍAN SER AMADOS?

Ahora que me solicitan un prólogo para la Actualidad del reggae latinoamericano. Video documental y libro periodístico sobre siete bandas latinoamericanas, trato de recordar cuándo, en qué momento de mi vida inicié a escuchar esta música de la negritud caribeña. Entonces recuerdo que fue durante el primer año de secundaria, contagiado por Alfredo Serna, en ese momento orientador vocacional de la escuela, quien me introdujo por las sendas rítmicas, sinuosas y cordiales de la música jamaiquina. Desde esa época colecciono discos, libros, letras de canciones, carteles, playeras, películas e historias musicales sobre el reggae, ese ritmo vitalísimo que pulsa el compás de mi vida y fondo de mis andanzas por el sistema mundo de Babilonia.
Nunca me resistí a la invitación cuando Cristian Cedillo Rodríguez, Adrián Jorge Rosales y Edgardo Rodríguez Rosales me pidieron prologar su libro —la tesis de licenciatura que sostienes entre tus manos— sobre las ritmicidades del reggae, por cierto, un trabajo maduro, sólido, digno y a la altura de las realizaciones que se consagran día con día en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, de donde son egresados meritorios.
Mientras sopeso estas palabras liminares, escucho en alto volumen las canciones de Bob Marley apiñadas en mi Ipod, rebosante de expresiones musicales de los géneros de la negritud, pero pronto me doy cuenta de que o escribo nada más, o deplanamente escucho sus síncopas, pues tales músicas me obligan a tararear, a seguir el compás nomás con el piecito o me impulsan a mover el esqueletón con cada rola en ciernes. Así que decido castigarme, aventar los audífonos y apagar el aparato para poder concentrarme en la confección del texto liminar que acompaña la presente tesis, que ha superado, por sus amplias posibilidades culturales, su mera condición de trabajo escolar. Así pues, emprendo la escritura de la introducción ya sin sonidos amenos que la acompasen pero tú, lector, mientras tanto, puedes seguir escuchando sus acordes, ¡faltaba más!
Luego me doy cuenta que sus autores, Cristian, Adrián y Edgardo, han trazado un panorama del reggae en América Latina que no había sido considerado por los comentaristas musicales o críticos culturales de nuestras comarcas. De hecho, los libros en nuestro idioma sobre el tema escasean. Apenas recuerdo el de Lara Ivette López de Jesús, puertorriqueña afincada un tiempo en México, Encuentros sincopados. El Caribe contemporáneo a través de sus prácticas musicales (Siglo Veintiuno Editores, 2003), donde estableció un marco general de las músicas regionales que vibran desde el epicentro caribeño, particularmente el género que conmueve a los jóvenes autores. Nostalgiando mis lecturas vigesímicas, recuerdo un artículo periodístico de Mario Vargas Llosa sobre Marley, Jamaica y el reggae, pero ni la memoria ni el tiempo me alcanzan para localizarlo y así adoquinar este hoyo negro en la búsqueda de los orígenes, transformación y aclimatado en la prosodia del español que se persigue en Actualidad del reggae latinoamericano.
Para su felicidad aquí en la tierra, Cristian, Adrián y Edgardo han concluido su trabajo para colmarnos de buena información, imágenes inéditas, entrevistas puntuales y una documentación visual digna de aprecio, ya que pespuntaron con las voces principales de la escena contemporánea el transplante, evolución, arraigo y acoplamiento de este ritmo jamaiquino —o jamaicano como ellos prefieren—, en las expresiones musicales de Latinoamérica, un continente muy empalmado a los propósitos líricos del reggae, pues las más elementales necesidades sociales de la región —pan, libertad, esperanza, amor, justicia, solidaridad— todavía permanecen sin ser satisfechas, por ello el reggae se sigue entonando como canto de igualdad y rebeldía. Nomás recuerden la canción de Peter Tosh, Equal Rights, demanda que sigue ondeando por nuestros horizontes.


El sueño de Marley, expresado en su canción Could You be Loved, afirmación traducida libremente como Podrías ser amado, encarna muy bien en dichas necesidades latinoamericanas. Razón por la cual el reggae se ha convertido en las generaciones de antaño y presentes en el canto y el ritmo de unas exigencias sociales que solicitan el entendimiento de los demasiados problemas del mundo —So much Trouble in the World— para su solución, tal como quería el profeta del reggae.
Por cierto, apunto al paso que la figura de Marley no está presente en el libro ni en el documental que lo acompaña, siendo el caudillo, el icono rebelde y el artífice de una nueva musicalidad que revolucionó una isla, dos continentes, una raza y nuestra sensibilidad. Su ausencia quizá llame la atención, al igual que la defensa y el elogio de la ganga, o su repudio, acciones a las que no están obligados moralmente los autores de este documentado paseo por el ritmo caribeño que nació para movernos, alentarnos y acompañarnos en nuestras alegrías y más íntimas tristezas: One Drop, una lágrima nomás. En cambio, sí está muy presente, entre otros tópicos, el rastafarismo, ese credo religioso que se predica en la lírica misma de los compositores fundacionales.
Para Cristian, Adrián y Edgardo queda entendido que si la Conquista extirpó de raíz nuestras aborígenes creencias en Tláloc, dios de la lluvia nuestra, difícilmente podrían creer religiosamente en Haile Selassie, el emperador etíope, para rendirle pleitesía, máxime cuando se trató de un sátrapa africano, cuyos rasgos, temperamento y modos de tiranizar su país fueron retratados por Ryszard Kapuściński en las crónicas organizadas en El emperador (Anagrama, 1989), aunque nada de eso importó a sus epígonos jamaiquinos para idolatrarlo, tampoco a mí, pues lo que anhelaba al escuchar los acordes y sus ritmos no era una revelación o la comunión con la divinidad, sino el contagio de sus cadencias celebratorias, porque eso es el reggae, una concelebración de la vida, la pauta rítmica cordial con que transitamos por estas tierras de Babilonia, la Babylon Babylon de muchas de las canciones lamento de Marley, Tosh y Jimmy Cliff, profetas, maestros y pioneros del reggae en Jamaica, esa ínsula del paraíso donde la vida ha de ser más que sabrosa por su apacible azul caribe, hervidero de verdes matas y jardín de delicias musicales.
Ahora bien, ¿cómo se acopló el reggae a las expresiones rítmicas, prosódicas y melódicas del español en Latinoamérica? La respuesta se encontrará leyendo este sólido trabajo periodístico de investigación, pionero en su género, original en su planteamiento y novedoso como laurea universitaria, ya que cada uno de los cantantes e integrantes de las bandas entrevistados plasma sus particulares formas de composición, temas recurrentes, influencias, momentos y raptos de inspiración, además de simpatías y divergencias respecto a los colores trinitarios, la costumbre de la ganga, los caudillos musicales y otras singularidades que acotan la naturaleza del reggae.
Al terminar de leer el libro y de mirar una y otra vez el documental que lo enriquece, respondo con certeza a la pregunta planteada desde el inicio. Sí, podrían ser amados. Podríamos serlo. Y más que nadie sus autores, que con dreadlocks o sin rastas se soltaron la luenga cabellera para deleitaron con sus entrevistas, encuadres, fotografías, entusiasmo y voluntad de saber sobre lo que hay que saber acerca del reggae en Latinoamérica. Naturalmente, también podríamos ser amados sus lectores, habitantes de esta Babilonia sin señor.
Cristian, Adrián y Edgardo, no me queda más que una deuda de agradecimiento por su invitación. Enhorabuena por esta Actualidad del reggae latinoamericano. Video documental y libro periodístico sobre siete bandas latinoamericanas, del que obtuvimos aprendizajes, enseñanzas y una información útil para actualizar nuestra mesurada afición por el reggae. Les deseo éxito en los siguientes proyectos que emprendan.
Rendido el compromiso, no me queda más que solicitar a los muchachos que traigan la grabadora y enciendan la música, que ya nos espera el jefe Marley con otras rolas más que buenas. ¡Súbanle!


Javier Perucho, “¿Podrían ser amados?”, en Cristian Cedillo Rodríguez, Adrián Jorge Rosales y Edgardo Rodríguez Rosales, Una nota de reggae, México, tesis de licenciatura en Comunicación y Cultura, Universidad Autónoma de la Ciudad de México, 2013, pp. 6-8.