lunes, 30 de abril de 2012

ÁLBUM DEL SUR PROFUNDO

Séptima estampa

VUELO

Jeannette Gavilán
Lejanamente escuchaba las minificciones de mis compañeros. El sueño adormecía mis oídos. Las miradas fijas requerían respuestas. Una ventana se abre, el aire fresco me devuelve la cordura y el recuerdo de mi escritura nacida en el silencio.

GUSTAR O MATAR

Paulo Arias-Ruiz
Todavía no sé si lo que me mató fueron tus besos o tus manos.

INICIACIÓN

Catherina Saavedra Campos
Las olas causaban gran estruendo. Se tomaron de la mano. La niña temblaba, el padre sonreía. La niña sentía miedo, el padre se deleitaba observando su rostro. La niña retrocedió, el padre decidió avanzar hacia delante con ella en brazos. La niña cerró los ojos. Cuando los volvió a abrir, ella ya estaba bajo el agua.

PRINCIPIO

Catherina Saavedra Campos
Él puso la mano sobre su pierna, ella lo miró asustada. Él sacó la mano, comprendió que había sido demasiado, que debía partir por algo más sencillo. Ella la volvió a poner, pero esta vez sobre su entrepierna.

miércoles, 25 de abril de 2012

ÁLBUM DEL SUR PROFUNDO

Sexta estampa
Por la marcha estudiantil quedó suspendida la sesión del seminario. Cierran la universidad en previsión de disturbios, aunque estaré siguiéndola para reportearla. Mientras, los dejo con la voz, creación y talento de los seminaristas.

ILUSIÓN

Iván Tapia Saavedra
Se bajó de la cama antes del amanecer. Nunca había pasado una noche en vela, pero la promesa que su madre le había hecho el día anterior bastaba y sobraba para animar su imaginación revoloteante. Aquel día conocería el mar.
Todavía de noche, se apresuró en ponerse su único short, que serviría como traje de baño. Había observado en una revista que algunos se ponían gorros plásticos en la cabeza… ¿sería necesario?
Escuchó que su madre se levantaba y ponía la tetera para hacer el desayuno.
—El bus pasa a las diez —le dijo—, te has levantado muy temprano.
El niño sonrió y siguió ordenando sus cosas con rigor militar. Una vez listo, se sentó sobre su bolso a esperar.
Llegada la hora, salieron a la calle y subieron al bus. El niño no tardó en quedarse dormido. Cuando despertó, había llegado a un lugar rebosante de pequeños puestos de comida. Caminaron un par de cuadras hasta que se detuvieron frente a un pequeño restaurante.
—Espérame aquí —le dijo la madre y entró al local. A los pocos minutos salió de la mano con un hombre que lo miró sin saludarlo.
—Vamos —dijo el desconocido.
Los tres se pusieron en marcha hacia la costa. De repente, algo lo detuvo. Creyó escuchar el sonido de una ola. Nunca lo había escuchado antes, así que no podía estar seguro. Siguió caminando hasta que presintió que detrás de aquella pared vería el mar. Podía sentirlo, podía escucharlo.
—Aquí es —dijo el desconocido, deteniéndolo detrás de una hilera de personas.
Fueron avanzando poco a poco hasta llegar a una boletería. El hombre sacó unos billetes y luego entraron a una sala oscura y hedionda donde, al fondo, después de un rato, el azul deslavado de unas olas moribundas brilló por fin ante los ojos del muchacho.
—Así que esto es el mar —dijo metiendo su bolso bajo la butaca, mientras su madre se abría espacio bajo el brazo del desconocido.

NOCHE ESPECIAL

Paulo Arias-Ruiz
Mi primer encuentro con él no lo recuerdo. Me dicen que el mar tocó la puerta.

LA PRIMERA VEZ QUE CONOCÍ EL MAR

David Chávez
Ese día caminaba presuroso de la mano de mi madre, sorteando charcos nauseabundos y cabezas de pescado, como si me moviera entre una gigantesca sopa podrida. “Los tiraron mar rieles tren comadre llore no más sabemos”, escuché que la vieja le decía a mi madre. Ajeno a todo, solté su mano y corrí hasta llegar al muelle. Imaginé entonces a mi padre trabajando en el fondo del mar, junto con otros hombres, construyendo un camino para que el ferrocarril submarino hiciera más fácil mover los sacos de mariscos que los pescadores amontonaban abajo, en el embarcadero. La brisa marina comenzaba a mojarme la cara y el viento latigueaba. Estaba seguro que había sido mi padre quien enviaba esa comida. Pero ya no quería comer más mariscos.

LA REVELACIÓN

Gastón Lazo de la Vega L.
Habían cruzado los secretos túneles del tiempo, dejando atrás los sagrados montes verdes, allí, donde las vidas y las muertes no sabían más que repetirse.
Luego de semanas arrastrándose por pedregales llegaron a la costa con hambre de lobo. Las miradas hoscas relajaban la ira contenida que disolvía las paredes estomacales. Súbitamente ya no distinguían los sueños de los delirios. Fue en ese momento que un graznido de gaviota rajó el cielo, bañando de sal el olfato de los caminantes. Uno de ellos señaló la colina más alta, y con un gruñido indicó que nadie lo siguiera, que para atraer a las ballenas debía conectarse solo. Ágil, por la fuerza que le imprimía la ilusión del gran encuentro con el cetáceo, logró empinar su contextura hasta la roca más erguida, desde donde la mirada se perdía entre los azules. Un vacío se apoderó de su mente al contemplar la moderna bahía.

CUANDO CONOCÍ EL MAR

Christian Troncoso
Cuando conocí el mar, pensaba que las ballenas eran micros en horarios punta, que los pelícanos eran hombres de pelo blanco y que las olas eran saludos constantes. Pensaba que el mar debía ser muy afectuoso para saludar a cada persona que lo visitaba. Hasta que un día, fue él quien nos visitó a todos en la ciudad. Entonces conocí el mar. 


 Ilustración: Pía Aldana, artista visual chilena, alumna del taller, cuya exposición itinera por las ciudades de Chile. 

lunes, 23 de abril de 2012

ÁLBUM DEL SUR PROFUNDO

Quinta estampa
Lauro Zavala me escribe desde México: “Javier, disfruta tu estancia en Chile, un país donde la gente habla con entonación cariñosa, las banquetas son muy amplias, el transporte público se desliza con suavidad, y los estudiantes universitarios se organizan para exigir una educación más justa. Los libros para niños son muy originales y el paisaje es sorprendente. ¿Estás tomando fotos para subir a tu blog?” (22 de abril de 2012, 12: 50: 42 am). Naturalmente, le respondo, pasa a verlas.
Despierto en la mañana del domingo, recorro las cortinas de mi habitación y, apenas miro el paisaje de la plaza central, salgo corriendo a embullirme de neblina. Intensa, a ras de suelo y sobre el firmamento, una cortina manto embruma el horizonte.
No sé cuál sea la temperatura exterior, pero apenas transcurre media hora cuando ya debo volver al hotel, pues aunque camino aprisa, el frío me hace temblar, los tenis están húmedos y el viento azota con ráfagas heladas. Así que dejo la aventura para otro momento más cálido y regreso a cambiarme de ropa, un baño caliente y tazas de café en ebullición.
Ayer en cambio, tuvimos un sol esplendente, que permitió un asado en una casa situada en Springhill, a las afueras de Concepción, un barrio de clase media de altos contrastes sociales. Los anfitriones, Paulina Barrenechea y Pablo Angulo, se descocían en atenciones, alimentando la charla sobre el tiempo mexicano de ella, que por allá unos años; sobre los estudios culturales, los de él, que indaga los meandros de una revista cultural; sobre el tiempo actual chileno, para toda la mesa. Por la mano diestra de David, comimos el asado; por la discreta de Romy, la tardeada transcurrió amenamente.
Media hora antes del ocaso nos fuimos a una laguna cercana para que pasearan los hijos de mis anfitriones, Sofía Montserrat; el hijo de Romy, se llama Pablo, y el visitante pudiera conocer un pedacito del “paisaje sorprendente” chileno.
Volví al hotel con el tiempo justo para platicar con Nubia, mediante una telellamada, a quien le festejaron en familia su cumpleaños con una fiesta donde, me cuenta, estuvieron sus amigas y amigos de la escuela, primos y primas adorados, tías y tíos predilectos, abuelas maternales.
Corazón, otro día, otro año más contigo. Felicidad en el año ocho de tu vida.

Por otra parte, los talleristas del seminario afinan su lápiz. Véanse los tres ejemplos siguientes generados a partir de dos estímulos de escritura (violencia y lolitas):

NO ME VA A CREER

Elisa Morales Silva

Frente a él inclino mis rodillas, lloro, ruego, imploro misericordia. Me quejo y le pido explicaciones, le suplico que no me deje, que ya basta de tanto sufrimiento. ¿Por qué yo? ¡Quítame la vida! Me mira con indolencia; veo la hora. Me voy rápido antes que Jesús llegue a la casa y vea que no estoy. No me va a creer que estaba en la iglesia.


FANTASÍA

Carmen Gloria Tapia
Señorita Durán, ¡ya pasó el recreo, siéntese aquí donde mis manos la vean!

PLACER

Pía Aldana
Intentó, mas no pasó lo que esperaba. Curioso —dijo en voz alta— y volvió a probar, primero dos veces con la palma de la mano, luego un par de veces más con el dorso, finalmente con uno de sus hombros, el derecho, pero tampoco. Desalentada retrocedió y evaluó las circunstancias, decidió entonces que había algo distinto, que quizá eran esas ropas las que ya no le iban, sonrió y comprendió todo. Ella, Alicia, no volvería a cruzar por el espejo.


Parque Laguna Grande, San Pedro de la Paz.
Foto: Romy Garcés Hernández, periodista y profesora chilena.

domingo, 22 de abril de 2012

NÚMERO VEINTICINCO

Abril
Aunque una semana tarde debido a los constantes y ociosos ataques de ciertos piratitas informáticos, finalmente salió a la luz del ciberespacio el número 25 (abril) de El Cuento en Red. Revista Electrónica de Teoría de la Ficción Breve, que contiene artículos varios que circundan la naturaleza del género, tres reseñas sobre novedades microcuentísticas aparecidas en Hispanoamérica, dos de ellas sobre Colombia y España, y dos decálogos. Uno, el muy socorrido de Augusto Monterroso, aunque mantiene su regia vitalidad; y el otro, inédito, de Raúl Brasca, que cedió a la revista como primicia, además de un recuento bibliográfico sobre los libros de teoría literaria que han aparecido en México durante la última década.
Anoto sus coordenadas:

http://cuentoenred.xoc.uam.mx/


Aviso: nos preparamos para el VII Congreso Internacional de Minificción, a realizarse en Berlín, 2012.

sábado, 21 de abril de 2012

LABERINTO

Miret
En el número 462, del sábado 21 de abril, apareció publicada en el suplemento cultural de Milenio, Laberinto, de la ciudad de México, una reseña mía a La zapatería del terror, el libro cuentístico principal de Pedro F. Miret, autor de cuyo apellido materno se deriva el cabezal de esta bitácora. El otro apellido fundido es Tario. 
Aquí pego las coordenadas electrónicas para su consulta:


http://www.milenio.com/suplementos/laberinto

ISSUU


jueves, 19 de abril de 2012

ÁLBUM DEL SUR PROFUNDO

Tercera estampa
Para acallar mis pupilas y sentidos gustativos, demandantes de alimentos ricos en especies, fuimos a comer una parrillada a una casona donde las preparan al modo chileno. Al arribar al comedero apenas había un par de parroquianos, así que el mesero nos atendió “al tiro”, cuyo equivalente mexicano es “en caliente”. Más tarde llegó con una hornilla alimentada por carbón hirviente en cuya sartén había dispuesto carnes de res, pollo y cerdo circundadas por unas monumentales papas, bañadas por los jugos naturales de la cocción. Como el hambre era mucha —aquí se come a las 13 hrs., por lo que debo desayunar a la mañana temprano con ligereza—, arramblé con una tira de carne roja, luego un chorizo, poquito más tarde un trozo mediano de costilla ahumada, condimentadas con una justa porción de papa, una salsa picante que me supo a la conquista de la gloria por su semejanza con el chile chipotle y lo que en Axolotitlan se llama pico de gallo: cebolla, jitomate y especias.
Como buen Macario que soy, no tuve ninguna contención en la ingesta hasta que me acordé que una hora más tarde iniciaría la siguiente sesión del seminario, por lo que a mi pesar dejé de comer esas exquisiteces. No hubo postres, apenas café, pues el tiempo nos apremiaba. A David y a mí, por la clase; a Romy, por la vuelta al trabajo. Salimos al paso, sin prisas ni escalas, en dirección a la facultad de Humanidades y Artes, muy cerca del restaurant, aunque en Concepción todo queda cerca por las dimensiones de la ciudad. A excepción de una ocasión, todo su perímetro lo he transitado a pie.
La sesión marchó, a pesar de la hora —15 hrs.— y la ingesta desmedida de cárnicos. A la clase poco a poco se agregan nuevos alumnos, ayer se sumaron dos más al inicio de la sesión. El tema de la escritura potencial para el día fue “Violencia intrafamiliar”. Expongo uno de los ejercicios con su autorización: 

CLARA
Iván Tapia Saavedra

Fue durante la cena de la segunda noche, que Pedro sospechó algo incierto en la mirada de Clara.
—¿Te sientes bien? —le preguntó.
—Quiero proponerte algo —contestó ella tímidamente.
—Tú dirás.
—Es una sorpresa.
—La proposición de una sorpresa ¡vaya!, me gusta, acepto.
—No sé si te guste —le confesó ella.
—Bueno, de eso se tratan las sorpresas, ¿no?
Subieron en el ascensor, recreando escenas indecentes. Una vez arriba, cerraron la puerta y bebieron un licor que a Pedro le pareció amargo pero que aun así terminó. Se recostó esperando a la mujer, que había entrado al baño.
—Salgo enseguida —gritó ella desde adentro.
—Muy bien, te espero —respondió él, entusiasmado.
Apoyó su cabeza en la almohada y no tardó en quedarse dormido. Soñó que estaba en el paraíso rodeado de ninfas que acicalaban sus cabellos. Cuando despertó ya era de día. No había nadie a su lado. Sólo los vestigios de una noche de euforia desparramados a su alrededor. Intentó ponerse de pie. No pudo. Los látigos todavía lo sujetaban a la cama. 


Más tarde devolveré los ejercicios de ayer con las debidas observaciones. Plantearé hoy, ayudado por el cuento “La última sirena”, de Diego Muñoz Valenzuela, y la grabación en audio de “Ejemplo de la sirena renegada que desobedeció a sus padres”, de Tomás Espinoza Laguna, las fronteras genéricas —la fábula, no vista ayer, pues el tiempo me rebasó explicando y ejemplificando las del aforismo y las del poema en prosa—, los conceptos de corpus, canon, autores y las características intrínsecas del microrrelato, además de la singular poética de la lectura que desata al momento de la lectura.
Me alegra que los estudiantes se suelten, ganen confianza y participen en la marcha de la sesión, pues la animan al darme muestras de sus saberes y complejizan al exponer sus dudas. Ayer noté mayor intervención suya. Sin embargo, también los aliento a participar, o les preguntó directamente, apelándolos por su nombre, haciendo caso omiso a lo que me han dicho de los estudiantes chilenos, que son de por sí tímidos, también los mexicanos, pero eso no se los he participado.
Tal como lo preví, la clase marchó a buen puerto, considerando que se agregaron dos chicos más, que varios estudiantes leyeron hasta tres ejercicios narrativos y el impacto que causaron en la audiencia. Confieso un pecadillo: la clase terminó antes del tiempo estipulado. Pienso reponerlo.
El tema de la escritura de mañana viernes: “Lolitas”. Por azares de la causalidad, también así les llaman aquí a las nínfulas nabokovianas.


 Foto: David Chávez. Parrillada de Don Talo, Concepción, Chile. 

miércoles, 18 de abril de 2012

ÁLBUM DEL SUR PROFUNDO

Tercera estampa
Como ya fue anunciado en entradas pasadas, vine a Chile a impartir un seminario y a la defensa de una tesis doctoral. Del programa hago público la parte correspondiente a la presentación. El documento completo (programa, antología, bibliografía y cuaderno de trabajo), pronto estará disponible en formato pdf en el sitio de la RedMini, conocida para los parroquianos habituales de esta bitácora.




HORIZONTE DEL MICRORRELATO
Un acercamiento teórico-práctico al microrrelato latinoamericano
Título del seminario: Horizonte del microrrelato. Un acercamiento teórico-práctico al microrrelato latinoamericano.
Profesor: Dr. Javier Perucho (Universidad Autónoma de la Ciudad de México).
Lugar: Universidad de Concepción, Posgrado en Literatura Latinoamericana.
Duración: 10 sesiones de tres horas cada una (2 semanas).
Tiempo: 180 minutos por sesión.
Fecha: del 16 al 27 de abril de 2012.
Cupo límite: 30 estudiantes.
Costo: gratuito.
Espacio: salón de clase normal (pizarrón, borrador, plumones, fotocopias). Grabadora de cd y/o proyector de dvd.
Turno: matutino, 15-18 hrs., tiempo local.
Material didáctico: “Esplendor de sirenas” (edición en pdf); audio de El Peso Exacto de un Colibrí (cd-Radio unam, sesión sobre sirenas); Monterroso en su jardín (dvd); Lotería de la microficción mexicana (Power Point); bibliografía (edición en pdf) distribuida en fotocopias o mail, audio de El Peso Exacto de un Colibrí (cd-Radio unam, sesiones sobre Chile Y Argentina).
Invitados: Andrés Gallardo, David Chávez, Mario Rodríguez.
Modalidad: curso teoría (90 mins.); taller y práctica (90 mins.). Invitados por confirmar.
Descripción: se trata de un cursillo en modalidad de taller que a la vez que explica la naturaleza literaria del microrrelato, incentiva la creación de esta arquitectura prosística entre los estudiantes, quienes lo practicarán dentro o fuera del salón como ejercicio. Se define, ejemplifica y deslinda su naturaleza con un muestrario prosístico entresacado de los géneros afines, como son el aforismo, el poema en prosa, la estampa, la fábula, además de ciertas modalidades de la tradición oral, a saber, la leyenda, la adivinanza y el chiste, con los que suele confundírsele o asociársele. Las prácticas consisten en ejercicios narrativos para el estudiante que les serán devueltos en la sesión inmediata con las respectivas observaciones del profesor.
El material didáctico y el programa, en formato pdf, será enviado por anticipado para su reproducción por los organizadores o los estudiantes inscritos. La bibliografía general se adjunta en este archivo. De requerirse, se anexará la programación corta de cada sesión.
Pedagogía: el profesor recurre a una didáctica en la que el estudiante, interactuando con él, colabora en la sesión de manera participativa definiendo conceptos, encontrando rasgos, leyendo en voz alta, haciendo preguntas y ejercitando fuera de clase. La retroalimentación entre educandos y educador funda el eslabón entre sesiones, además de alimentarlas, animarlas y graduarlas. El diálogo es la correa de transmisión del saber.
Objetivo: Mostrar la naturaleza y arquitectura interior del microrrelato, además de trazar un panorama de sus cultivadores y registrar el censo de su obra en Hispanoamérica, asimismo deslindarlo de las formas populares, folclóricas, de tradición oral, así como trazar su paralelismo con las formas culteranas, a fin de despejar su campo genérico de otras expresiones breves de la tradición literaria con que se le asocia.
Contenido: el seminario se divide en dos periodos cada sesión. El primero tiene dos grandes apartados: a) en el primero se establece la definición del microrrelato como género literario; b) su historia, cultivadores, obras. En el segundo, práctica del género por los participantes en el seminario, con el respectivo tiempo de retroalimentación, donde se pasa de la teoría a la práctica de la escritura, en que los participantes pespuntan sus respectivos microrrelatos a partir de un estímulo de escritura, que se entrega debidamente impresa al expositor para su lectura, edición y comentario posterior, ejercicio narrativo que se devuelve en la sesión siguiente.
Los siguientes ejercicios son muestras del trabajo en el taller, que hoy devuelvo con observaciones, reproducidas con autorización tardía de sus autores.

PRIMER BESO
Jeannette Gavilán T.
Descendí, descendí, descendí. Rescatada del sueño mortal, besé con pasión nubes, sol, tierra, lluvia, labios con sabor a vida… a vida.

Concepción, 16/04/2012

[TÍTULO]

Eduardo Osvaldo Aguayo Rodríguez
Lo besó al caer la tarde, cuando todos en la ciudad empezaban su retorno a casa. El vértigo que sintió duró lo que duran los peces cuando saltan sobre la superficie del agua. Se dejó resbalar, los ojos cerrados, presintiendo la flor que el tiempo convertiría en un monumento inolvidable, pero lo cierto es que igual se quisieron e incluso creo que también igual se amaron, un poco como hambrientos o vagabundos, es decir, con todo lo que tuvieron al alcance de la mano. El resto del relato es extenso, insignificante; el recuerdo, sin embargo, reaparece por momentos, de tarde en tarde.


Foto: David Chávez. Presencia de América Latina, mural de Jorge González Camarena (1965), Pinacoteca Universidad de Concepción.

martes, 17 de abril de 2012

ÁLBUM DEL SUR PROFUNDO

Segunda estampa
Afortunadamente me reservaron El juguete rabioso (Buenos Aires, Claridad, s.a., 174 pp., Colección Claridad. Cuentistas Argentinos de Hoy), a un precio mayor del pactado el día anterior, con la maña ventajosa del librero que se excusaba de no recordar ese detalle, pero sí recordaba otros de nuestra conversación, por ejemplo, que le pagaba el libro con dólares. En fin, esa reliquia ya “leída” ahora guarda reposo en mi veliz.
Afortunadamente el día fue limpio, fresco, sin viento, alumbrado por un sol de verano, aunque no me desprendo del suéter. Aquí el frío es de montaña.
Luego de comer en El Quijote, aquí se acostumbra la ingesta de alimentos a las 13 hrs., acompañado de David, nos dirigimos a la universidad. El seminario arrancó puntual con diez estudiantes, mayoritariamente de posgrado, en un saloncito con aforo para veinte butacas, pizarrón, mesita y demás instrumental para el ejercicio docente. Luego de la dinámica de presentación de los estudiantes (nombre, grado escolar, tema de investigación, trabajo e idea del microrrelato), comenzó el seminario con una definición operativa del “cuento jíbaro”, denominación que obligó al seminarista a exponer las razones del término por interpelación de un participante. Aunque tímidos los estudiantes, la dinámica tuvo su ritmo, que espero mantener para no desalentarlos, ya que su presencia obedece al impulso de la voluntad de saber, uno de los motores del mundo y su humanidad que lo habita.




El primer ejercicio de escritura potencial fue planteado: “Mi primer beso”. Muestras de asombro. Bisbiseos. Acaso reticencias por el acto de la escritura inminente o la temática. Mañana lo entregan para su lectura colectiva, debidamente impreso con una copia para el profesor.
Deambular para recorrer el circuito universitario, al terminar la sesión, fue la siguiente actividad, previamente nos apersonamos ante Mario Rodríguez, gentil profesor que llevó las riendas de la investigación doctoral del compatriota David, además de coordinador de las publicaciones universitarias. Luego pasamos a la biblioteca central de la universidad. Tremendamente funcional, bien iluminada, protegida contra los temporales de la naturaleza y los vendavales del mar Pacífico. Observé algunos detalles: se entra a sus instalaciones con una credencial magnetizada; dispone de espacios múltiples para el trabajo escolar de los estudiantes, ya individuales o colectivos; el servicio de internet es por wi-fi, que no probé, pero parece idóneo por la cantidad de alumnos pillados chateando; su silencio y el óptimo servicio bibliotecario. Uno de sus empleados me regañó porque me salí del recinto con la llave del casillero donde se resguardan las mochilas y demás pertenencias. Así de celosos son de sus labores. Cada técnico viste una bata blanca, que los distingue.
Más tarde recorrimos la periferia de la universidad. El campus es ameno, circundado por bosques tupidos, donde se privilegia el tránsito del peatón, ya de por sí rey en las calles de la ciudad. La abundancia de la flora le concede un toque apacible, los jardines apoyan con lo suyo y las extensas áreas verdes con sembradas de césped serenan el ambiente. Las horrísimas colillas, esparcidas aquí y más allá, detallan cierto desaseo de los espacios comunes.
La caminata nos dejó hambrientos, así que fuimos a reponernos a una cafetería cercana con una colación, nombre habitual de la región para el tentempié mexicano. Y siendo un devorador empedernido de cápsicum, como no hay chile, aquí lo llaman ají, la comida me sabe insípida.

Pilón: David me obsequió un ejemplar de ¡Basta! + de cien hombres contra la violencia de género (Santiago de Chile, Ediciones Asterión, 2012, 115 pp.), coordinado por Pía Barros;  y otro más de ¡Basta! + de cien mujeres contra la violencia de género (Santiago de Chile, Ediciones Asterión, 2012, 115 pp.), también coordinado por Pía. Ambos tienen como soporte genérico el microrrelato y exploran la violencia ejercida en las sociedades contemporáneas contra las mujeres.

Foto: David Chávez. Asistentes al seminario: Eduardo Aguayo Rodríguez, Pía Aldana Carrasco, Jeannette Gavilán Torres, Elisa Silva Morales, Yasna Bunich, Paulo Arias Ruiz, Christian Troncoso Castillo, Roberto Garay Urrutia.  

lunes, 16 de abril de 2012

ÁLBUM DEL SUR PROFUNDO

Estampa inicial
Todo marcha en el avión, a pesar de la espera, el fastidio, las filas interminables y la noche en vela. Al menos nadie me derramó líquidos en los pantalones, como lo hicieron en otra ocasión, cuando volvía de Tijuana.
Mucho me llamó la atención en extremo cortés de la tripulación abordo, nunca había recibido un trato tan comedido. Como no hubo retrasos ni incidentes, llegamos puntuales a las siete de la mañana. Santiago de Chile, desde la ventanilla del avión, parecía o nublado o extremadamente contaminado, pues una mantilla grisácea cubría el horizonte de su cielo. Cuánta espantosa similitud con mi ciudad natal, Axolotitlan.
Luego del obligado paso por la aduana de migración y una espera de sesenta minutos, aligerada con dos exquisitas tazas de café, emprendimos el vuelo al destino final, Concepción. Sin tardanza, abandoné el avión para recoger mi equipaje, pues afuera del aeropuerto ya David, mi anfitrión mexicano en la ciudad, se encontraba esperando para llevarme al hotel El Araucano, donde me recibió el doctor Edson Faúndez, directivo del posgrado en Literatura Latinoamericana de la Universidad de Concepción. La gentileza y la hospitalidad son cualidades de los chilenos.
Para ponernos al día, David y su compañera me llevaron a comer unos mariscos a una bahía cercana, pero como era muy temprano, apenas el mediodía, estaban cerrados los restaurantes. Así que dimos una caminata por los alrededores, a la vera del mar, cuyos montes adyacentes muestran las cicatrices del temblor de tierra sufrido hace unos años, por cuya intensidad dejó los cerros desgajados, los árboles colgando en el precipicio y unas gigantescas piedras huérfanas de su seno.
Por ser domingo, aquí la vida queda aplacada y aplazada para otro día. Mayoritariamente los negocios cierran, pero unos cuantos abren, entre ellos la Feria del Libro Leído, nombre que me llamó la atención por el participio. En Axolotitlan, de donde provengo, la anunciarían así: “del libro usado”, “de ocasión” o “de viejo”. Volvimos al hotel luego de las tres de la tarde, donde dormité alterado, sobresaltado por la ausencia de ruido y la ruptura de mi vida cotidiana.
Más tarde fui a dar un paseo para ejercitar las piernas, engarrotadas por tantas horas aprisionadas en ese espacio tan minúsculo de los aviones, donde la ergonomía de los pasajeros vale unos centavos. Remonté las calles hasta la feria, entre sus puestos me encontré una edición vieja, que no sé si leída, de El juguete rabioso, la cual dejé apartada pues no llevaba moneda local, por aquello de que hoy domingo descansan las casas de cambio y los bancos. Ya veremos mañana si me la reservaron. También hojee una edición “leída” de Cuentos y poemas de Alfonso Reyes, en edición mexicana, una antología de sus textos prosísticos preparada por un conocido crítico cuyo nombre no anoté, pero ése y otros dos títulos (Fuentes y Masttreta) fueron los únicos que pude observar de la literatura mexicana entre los “usados”. No indico ni su consumo ni su desecho.



Al borde del mar, Concepción es una pequeña ciudad de clima extremoso, cuyos habitantes hablan un melodioso español, aunque en algunos momentos me pierdo entre sus vocablos chilenos y a veces no entienden el mexicano con que les hablo. Noto que en ella no hay gente en las aceras pidiendo dinero, ni basura en sus calles, nadie toca el claxon y civilizadamente respetan al peatón. Mi anfitrión dice que los chilenos prefieren el orden a la libertad. En Axolotitlan, no se elige ni uno ni el otro, para qué, si existe el caos. Viva el caos.
Ya Graham Green, en Caminos sin ley, anunciaba novelísticamente la sombra siniestra del estado fallido que se extendía sobre el país retratado. 

sábado, 14 de abril de 2012

PRIMICIA

Decálogo del buen microficcionista

Raúl Brasca

1. No te ajustes a definición alguna, la microficción no ha sido aún domesticada, pero lee mucho y bueno para vislumbrar de qué se trata.
2. Dispones sólo de dos materiales: las palabras y el silencio, y debes lograr que ambos sean igualmente significativos.
3. Esfuérzate por escribir con la menor cantidad de palabras y la mayor cantidad de silencio, pero asegúrate de que tu microficción contiene las claves imprescindibles para ser comprendida. Si has logrado eso, detente: considera al lector tan inteligente como tú.
4. Cuida la calidad de tus palabras, la arquitectura y la música de tu microficción. Mucho más que la novela y el cuento, y casi tanto como el poema, la microficción alcanza su potencia por medio de la forma.
5. Cuida la calidad de tu silencio, si es elemental y falto de sustancia, tu microficción será una pieza menor que decepcionará a los buenos lectores.
6. Si has cumplido con los puntos anteriores, despreocúpate del final pero preocúpate por la última línea. El final es el sentido y lo produce el lector, pero tu última línea debe habilitarlo para que lo haga.
7. Si tu microficción contiene una historia, cuídate del resumen. Ninguna buena microficción es el esquema de una historia, ni siquiera lo esencial de ella. Un detalle objetivamente trivial pero cargado de significado por el autor, dice más y mejor que la prolija enumeración de los hechos.
8. Si tu microficción es humorística, cuídate de la simpleza del chiste. El silencio del chiste es elemental: se agota en permitir el equívoco y tiene como única finalidad esconder un sentido de efecto risible. El silencio de la microficción humorística no tiene por qué ser menos sustancioso y complejo que el de las que no lo son.
9. Confía en tu impulso creador. Todas las microficciones hijas de un mismo impulso creador, por heterogéneas que parezcan, pertenecerán a una misma familia. No dejes que te las impugnen, porque en la variedad está su riqueza.
10. Desconfía de los sabihondos que escriben decálogos. En general, los decálogos sirven solamente para publicitar la poética de quienes los escribieron.

El “Decálogo del buen microficcionista” es un texto inédito que publicamos por la generosidad de su autor. Forma parte del número 25 (abril, 2012) de la revista electrónica El Cuento en Red.




Otras lecturas, otros mandamientos de Raúl Brasca: Las aguas madres, cuentos propios, Buenos Aires, Sudamericana, 1994.
❡ 

viernes, 13 de abril de 2012

VISITA

Sur profundo
A partir de mañana y por dos semanas estaré en Chile. La Universidad de Concepción me concede la figura de profesor invitado. Asistiré a la exposición, defensa y réplica de la tesis de doctorado de David Chávez (Un mito con agallas), estudiante mexicano que por allá anda haciendo la vida y del que soy su codirector. Paralelamente expondré en un seminario un panorama del microrrelato latinoamericano cuyo manual del curso será la edición artesanal de la antología “Esplendor de sirenas”, en proceso de edición por Cuadernos Negros, editorial colombiana.
En su momento daré noticia de los aconteceres cotidianos, vida universitaria, costumbres y demás asuntos del profundo sur latinoamericano.

miércoles, 11 de abril de 2012

REDMINI

Programa


Recientemente fue abierta una página electrónica que tiene como propósito difundir las novedades literarias, los eventos académicos, las convocatorias, concursos literarios y demás asuntos relacionados con el microrrelato hecho en Hispanoamérica y otras regiones.
Sus coordinadoras, Graciela Tomassini y Stella Maris Colombo, expresan así los fines de la página: “En la página institucional del blog (¿Qué es la Redmini?) encontrarán una sucinta información sobre el origen de este emprendimiento, sus objetivos y las modalidades para allegar las noticias que ustedes deseen compartir.
”Dado que ya existen numerosos sitios dedicados a difundir la creación minificcional y los eventos con ella relacionados, este nuevo blog ha sido concebido como un espacio destinado específicamente a la comunicación de noticias sobre publicaciones y actividades académicas sobre el tema.
”Les rogamos difundan esta invitación a quienes consideren que pudieran estar interesados en los contenidos de Redmini.
”Agradeciendo desde ya la visita y colaboración de todos Uds., los saludamos cordialmente.”
Las coordenadas del sitio aquí se las anoto, donde por cierto está colgado y disponible libremente el programa de un cursillo impartido por este bloguero en la UNAM:

http://www.redmini.net/

lunes, 9 de abril de 2012

NUEVAS APUESTAS‏

lunes, 09 de abril de 2012 12:31:19 p.m.
Estimado amigo Javier:

La forma en que veo yo la escritura “fragmentaria” o la minificción es distinta, sin duda, a como puede verse desde una perspectiva académica. Además, teniendo en cuenta que yo escribo también microrrelatos, más que hacer crítica o teorizar sobre ellos. Tal vez por eso mi visión de lo que es la minificción, el microrrelato, el minicuento, lo ultracorto, etcétera, sea distinta a la tuya y la de mi otro buen amigo Laura Zavala. Dicho lo anterior, y no es justificación de nada, te doy mi lista de autores:

1) Alfonso Reyes (sobre todo en sus más cortos, que se erigen desde “la anécdota” de los hechos cotidianos).
2) José Vasconcelos (fragmentos imprescindibles del Ulises criollo).
3) Mariano Silva y Aceves (todo lo ultracorto en él es esencial para mí).
4) Carlos Díaz Duffoo Jr. (sus Epigramas me parecen de lo mejor que hay y creo que necesitan una revaloración urgente).
5) Nelli Campobello (su Cartucho es una lectura también crucial para entender estos vasos comunicantes entre prosa y poesía).
6) Ermilo Abreu Gómez (su Canek tiene capítulos que pueden ser perfectamente microrrelatos. Son bellos por su claridad, sentido e intensidad lírica).
7) Francisco Tario (sobre todo en Tapioca Inn. Es un “raro” para la tradición literaria mexicana de la mitad del siglo pasado hacia atrás, pero ya no más ahora).
8) Augusto Monterroso (es de mis preferidos).
9) Felipe Garrido (sobre todo muchos de La musa y el garabato, título que recuerda al de Octavio Paz: El signo y el garabato).
10) Guillermo Samperio (sobre todo sus microrrelatos sobre los zapatos).

Escolio: no es que los autores más recientes no los conozca. Los conozco, claro. Pero no me parecen que orbiten entre las lecturas de real influencia en mi obra. En muchos de ellos encuentro el ejercicio de la minificción muy cercano a la formulación del chiste. Y eso, al día de hoy, me dice poco.
Perdona el retraso en contestar pero he andado viajando mucho en estos días.
Gran abrazo,

Rogelio Guedea.

lunes, 2 de abril de 2012

CARTA ABIERTA

Articolo sull’aforisma in Messico
Gentile Javier Perucho
Conosco bene lo spagnolo, ma scrivo in italiano per non fare errori di ortografia. Spero che lei capisca l’italiano. Può rispondermi in spagnolo, lo capisco molto bene.
Mi chiamo Fabrizio Caramagna, sono studioso dell’aforisma italiano ed europeo, sono uno dei fondatori della Associazione Italiana per l’Aforisma (www.aiplaforisma.org) e ho il blog Aforisticamente, che forse è il blog più autorevole nel mondo sull’aforisma contemporaneo.


Ho scritto un articolo sullo scrittore Sergio Cordero, ma credo che in Messico ci siano molti altri scrittori di aforismi (contemporanei ovviamente).


Sto leggendo il libro Aforismos y Desaforismos di Raul Aceves e mi piace. Vorrei scrivere un articolo e tradurre alcuni aforismi dell’autore. Lei ha un contatto email con Raul Aceves?
Ci sono degli aforisti messicani importanti come Sergio Cordero e Raul Aceves. Conosco l’opera di Francisco Leon Gonzalez ma non ho nessuna email dell’autore.
[…]
Comunque sono assolutamente d’accordo con quanto scrive.

“El aforismo es una de las musas menores que tiene una presencia escondida en las letras nacionales, muy dilatada, insólitamente indocumentada y soterrada en los túneles de los acervos literarios. No es usual su enseñanza en los centros educativos, tampoco su recensión en la crítica literaria que se acostumbra en la tertulia periodística y su historiografía muere de inanición por la falta de materiales con que nutrirla, ya que no se han sistematizado sus fuentes, tampoco se ha emprendido una bibliografía esmerada que pudiera dar noticia franca de los libros cuyos autores han cultivado el género en México, Hispanoamérica o Europa.”

Anche in Italia c’è la stessa situazione e infatti abbiamo fondato la Assocazione Italiana per l’Aforisma.
Spero in una sua risposta.
Buona giornata

--
Fabrizio Caramagna

Aforistica/mente: laboratorio di scritture e letture aforistiche contemporanee