miércoles, 24 de agosto de 2011

ESTÉTICA DEL FRACASO


Centenario de Francisco Tario
El sustantivo miretario, nombre propio de este blog, lo compuse fundiendo dos apellidos de escritores mexicanos extrañamente distinguidos por su rareza. El primero perteneció al narrador mexicano de origen español Pedro F. Miret; el segundo, al también narrador Francisco Tario, seudónimo del ciudadano Francisco Peláez. Ambos vivieron en el siglo pasado y lo padecieron en diverso grado y circunstancia. De los dos sus primeras obras aparecieron gracias a sus auspicios personales; es decir, en modestas ediciones de autor, hoy harto difíciles de rastrear en bibliotecas públicas, remate de saldos o librerías de viejo. Incluso los ejemplares de sus libros impresos con sellos comerciales, también son verdaderamente difíciles de localizar, joyas bibliográficas entre sus fanáticos numerarios.
Como “escritores raros”, pues con esta etiqueta los hemos clasificado por sus características literarias y psicotípicas, bien cabrían en los censos que Rubén Darío o Pere Gimferrer levantaron para ejemplificar la estética de lo extravagante, la literatura del fracaso entre la oscura turba. Una literatura, la de los raros, teñida con un indeleble aire de romanticismo, es verdad, impulsada con ese vitalismo que distinguió a los poetas del crepúsculo. Vivir en la miseria, arropados por el ostracismo y morir en la periferia de la rotonda de los literatos ilustres. Su legado perdido o en ruta de naufragio. Como todo raro, nada o casi nada sabemos de sus vidas, menos aún de sus obras o aportaciones culturales, y apenas la crítica pone atención en ellas para clarificarse el valor estético de su patrimonio literario.

Incluso las imágenes divulgadas de los epígonos del fracaso son escasas por contadas, otro rasgo habitual de los raros, a pesar de que están disponibles ricas iconografías en acervos públicos y archivos familiares.
Su heredad, en el caso de Tario, fue compilada hace unos años en dos tomos (Cuentos completos, Lectorum, 2003) que recogen su cuentalia; sin embargo, novelística, dramaturgia y aforística por ahora se encuentran desgajadas. Contadas tesis universitarias lo han estudiado en alguna de sus facetas, la más explorada ha sido sus modalidades del género fantástico. Igualmente muy pocos ensayos literarios lo rescatan, sobre todo los manufacturados por el dueto Toledo-Dueñas. En el caso de Miret, apenas una laurea intenta recuperarlo, emprendida por este bloguero, que se encuentra aún inédita, aunque en vías de dictamen, luego de severas enmiendas, poda jardinera y la ensangrentada corrigenda del escritor neurótico. Creo que tiene futuro.
Creo que el primer paso para su recuperación justamente se encuentra ahí, divulgando su identidad, poniéndole rostro al escritor desconocido, a través de las imágenes fotográficas que se conservan. Otros procesos mayores de reclutamiento sería la publicación de su obra completa en volúmenes que acogieran su novelística, periodismo, cuentos, dramaturgia, inéditos, lírica y demás trabajos que resulten en las labores de rescate y recuperación. La inclusión y divulgación son deberes posteriores, como su estudio y ponderación analítica. Expongo estas tareas en la claridad de que se trata de un planteamiento idealista, meramente desiderativo, pero también con la certeza de que el estudio de la literatura mexicana, y su historia, seguirá incompleta sin la presencia de los escritores desterrados del canon, que forman una legión, por cierto.
A propósito de los cien años del natalicio de Francisco Tario (1911-1977), que se cumplen en agosto, el día 30, convendría rendirle tributo leyendo un cuento rescatado por la revista Nexos, que no fue incluido en sus relatos completos. He aquí la liga para acceder a su narración, “Septiembre”, rescatada por Alejandro Toledo, su principal estudioso y quien más lo ha divulgado:

http://www.nexos.com.mx/?P=leerarticulo&Article=2099374

Por cierto, varias fotografías del homenajeado se disponen en la bitácora de Alberto Chimal, el escritor que más lo ha divulgado en charlas, conferencias y su hermoso blog, Las Historias:

http://www.lashistorias.com.mx/

Explicado el neologismo y recordado el natalicio, pasemos a continuación a leer las prosas de Tario, nuestro mejor homenaje. 

2 comentarios:

Nana Rodríguez dijo...

Qué bueno saber la genealogía del nombre del blog, no conocía estos dos autores, gracias Javier.
Un saludo

Javier Perucho dijo...

Nada que agradecer, querida amiga.